SERIE PALABRA | Felicidad

Boinayconsejos

En este episodio quiero hablarte sobre la felicidad. Esta palabra va dedicada a mi amiga Pamela de Guatemala. Uno de mis autores favoritos, el psicólogo de la moralidad, Jonathan Haidt realizó un estudio interdisciplinario sobre la felicidad y las condiciones que la promueven. En el libro, ‘La hipótesis de la felicidad’ Haidt propone una serie de ideas y conceptos para explicar cómo funciona la mente humana y cómo podemos cultivar la felicidad. A continuación, se resumen algunas de las principales ideas de su libro: La felicidad es una combinación de factores internos y externos. Haidt sostiene que la felicidad no depende exclusivamente de factores externos como el dinero, el éxito o la belleza física, sino que también depende de factores internos como la forma en que pensamos y sentimos acerca de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. De hecho, el dinero brinda cierta cantidad de felicidad pero hasta un punto. Los ingresos económicos no te harán más feliz una vez que tenga lo suficiente para cubrir tus necesidades y tener algunos que otros lujos. La mente humana está dividida en diferentes partes que a veces entran en conflicto. Haidt propone la metáfora de un jinete (la mente consciente) que intenta controlar un elefante (la mente subconsciente). Según Haidt, la mente consciente es capaz de tomar decisiones racionales y reflexivas, pero a menudo está influenciada por las emociones y deseos del elefante. Él propone cultivar la felicidad mediante la práctica de ciertas habilidades y virtudes universales que se encuentran en todas las culturas: sabiduría, coraje, amor, justicia, moderación y transcendencia. Según Haidt, practicar estas virtudes pueden ayudarte a desarrollar un sentido de propósito y significado en la vida, lo que a su vez promueve la felicidad. La sabiduría es una virtud importante para mí. Una manifestación de ella es el amor al aprendizaje. Estar dispuesto a abrir tu mente, a aprender algo nuevo, trae mucha dicha, satisfacción personal e incluso mejores ingresos económicos. Tener coraje y enfrentar tus temores, o defender a quienes son abusados y maltratados injustamente también puede traerte dicha y felicidad. Adicionalmente, relaciones interpersonales son esenciales de igual forma. Haidt sostiene que las personas necesitan conexiones sociales para ser felices. Uno de los descubrimientos más reveladores desde la neurociencia es que incluso más básico que nuestras necesidades fisiológicas como comer, los seres humanos poseemos un cerebro social que necesita buscar otros cerebros alrededor para interactuar. ¿Has notado por ejemplo qué sucede cuando estás realizando un trabajo y te detienes por un rato? Probablemente, buscas tu celular para llamar, conversar o interactuar con una persona. O simplemente conversas con alguien que se encuentra alrededor de ti. Esto es porque nuestro cerebro está diseñado ante todo para sociabilizar. Las relaciones íntimas y de confianza son particularmente importantes. La felicidad se ve impulsada por la cooperación y la colaboración entre las personas porque dependemos de eso para nuestra subsistencia. ¿Imagina un niño que llora por comida, y que su llanto no conmoviese a nadie? Incluso nuestra necesidad básica de comer, beber agua o dormir depende de empatizar con otros cerebros alrededor. Cuando estás viviendo escenarios de peleas o de conflicto con tu pareja, amigos o en el trabajo, te puedes afectar todo el sistema nervioso, hacerte perder el sueño o incluso enfermarte del estómago. Para construir felicidad necesitamos construir conexiones emocionales, recíprocas y cooperativas. Quizás es más fácil de lograr si eres extrovertido o provienes de una cultura muy amigable y comunal. Pero eso no significa que las personas con menos habilidades sociales no desean conectarse o no puedan. Aun esa persona cascarrabias alrededor de ti quisiera un abrazo, un beso, unas palabras cálidas de cariño o un gesto amable. Si eres tú el cascarrabias, es tiempo de perdonart